En los últimos años, ha ido creciendo el interés de los actores políticos, académicos y de otro tipo por las cuestiones sociales y medioambientales, priorizándolas por encima de lo puramente lucrativo. Esta tendencia queda de manifiesto asimismo en el creciente número de gobiernos que están orientando sus relaciones y actividades económicas para contribuir a la consecución de los ODS.

La Economía Social e Inclusiva es una fuente sostenible de crecimiento económico inclusivo, de pleno empleo productivo y de trabajo decente para todos. Posee un gran potencial para favorecer soluciones sostenibles e innovadoras para los desafíos económicos, sociales y medioambientales, para dar respuesta a las causas fundamentales del desarrollo excluyente y cortoplacista y, en definitiva, para contribuir a hacer realidad la visión transformadora de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

A pesar de las marcadas tendencias, la representación de la Economía Social por todo el mundo no está lo suficientemente estabilizada, institucionalizada y sistematizada; lo cual dificulta el aumento proporcional de los actores, pese a las redes existentes. Por tanto, es imprescindible construir políticas públicas sólidas junto con las empresas sociales, sus representantes y las organizaciones públicas y privadas, con el fin de favorecer un desarrollo inclusivo como se define en la Agenda 2030.

El principal objetivo de esta sesión es demostrar que, al fortalecer la cooperación entre los actores públicos y privados no sólo se tiende a responder mejor a las necesidades y desafíos de los territorios mediante innovaciones sociales, sino que también es una solución clave para el cumplimiento de la Agenda 2030 de la ONU.

La Inversión con Impacto, iniciada originalmente por actores privados, es una innovación financiera y social que altera las fronteras existentes entre la filantropía y las formas clásicas de inversión. La Inversión con Impacto va dirigida principalmente a inversiones que pretenden generar un impacto social y/o medioambiental al mismo tiempo que un rendimiento financiero. Este sector se encuentra actualmente en plena expansión y representa unos 502.000 millones de dólares de activos financieros; sin olvidar que la urgencia climática y el plan de financiación de los ODS tienden a acelerar su desarrollo.

¿Podría esta nueva generación de inversiones revolucionar el mundo de las finanzas… e incluso la economía mundial? Ante la abundancia actual de iniciativas sociales, ¿cuál es la forma más eficaz y transparente de apoyar el desarrollo del sector financiero? ¿Qué colaboración debe haber con el sector público y otros actores financieros? Este panel, compuesto por oradores de alto nivel, aportará respuestas a estas preguntas.

Los múltiples desafíos sociales, ecológicos y demográficos que afrontamos actualmente nos urgen a encontrar respuestas innovadoras y apropiadas para superar las divisiones tradicionales entre lo social, lo privado y el sector público. Ahora más que nunca, las diversas partes interesadas deben idear nuevas formas de colaboración y cultivar lo que las hace más fuertes juntas, en lugar de poner de relieve sus diferencias.

Creando un verdadero espacio para el debate entre todos los actores, dejando a un lado todos los prejuicios existentes y favoreciendo una colaboración intersectorial (sobre todo, destacando el papel del sector público como motor principal de las nuevas alianzas), será posible crear modelos innovadores que se basen en los puntos fuertes de cada parte interesada. Tales intercambios son una oportunidad ideal para sentar las bases de una economía eficiente, fuerte y sostenible para todos.

La tecnología puede actuar como acelerador y como impulsor para que las empresas construyan una economía sostenible, pero también puede afectar de manera nociva al estado de la economía.

> ¿Cómo apoyar a los actores de la Economía Social e Inclusiva para que afronten la transición digital?
> ¿Cómo estimular la financiación pública y privada para mantener una I+D fuerte?
> ¿Cómo prevenir y evitar el tech social washing de los actores económicos?
> ¿Tenemos ejemplos sólidos de tecnología que sea realmente para bien?

Esta sesión explorará estas cuestiones con el apoyo de empresarios que expondrán su caso.

Pact for Impact, como Alianza concreta y mundial, ofrece a todos los actores la oportunidad de crear juntos un compromiso que ponga a la Economía Social e Inclusiva en el centro de la agenda internacional. ¿Cómo diseñará esta Alianza una hoja de ruta, amén de proponer compromisos concretos? ¿Cómo facilitará que se compartan experiencias entre todos los participantes? ¿Cómo hacer que los actores de todo el mundo se beneficien de esta Alianza?

Estas y otras preguntas se debatirán en profundidad en este taller, que reunirá a representantes de los gobiernos, organizaciones internacionales, actores públicos y privados y expertos en ESS con el fin de sentar juntos las bases de la Alianza Pact for Impact.

Mediante una definición más sólida y más precisa del marco institucional en el que pueden desarrollarse el sector privado y las ONG, el sector público desempeña un papel esencial en el desarrollo de la Economía Social e Inclusiva. Mientras que algunos países disponen de un marco legal sólido en materia de ESS, otros países nunca han aprobado leyes de ese tipo.

¿Qué evoluciones normativas y marcos institucionales podrían permitir un desarrollo sólido y metódico de la ESS, y a distintos niveles?

Frente a los múltiples desafíos de nuestra sociedad, los jóvenes y las instituciones educativas han emprendido el camino del desarrollo, la innovación, la economía solidaria y el progreso social, inspirando así una profunda transformación de las actuales dinámicas políticas por todo el mundo.

De hecho, todos estos actores están reforzando actualmente su cooperación y comprometiéndose cada vez más para poder alcanzar los ODS en todas sus facetas (empleo, igualdad de género, transición ecológica, salud, educación, etc.) a través de soluciones innovadoras, sostenibles e inclusivas que respondan a los grandes desafíos socioeconómicos de hoy en día.

En este contexto, las universidades desempeñan actualmente un papel fundamental, como socios privilegiados de los territorios en las temáticas sociales, económicas y medioambientales; y pueden no sólo contribuir a la innovación mediante la investigación, sino también posibilitar la puesta en práctica de proyectos socialmente responsables con impacto positivo (siempre incluyendo a socios de la ESS).

Tanto a nivel nacional como internacional, los métodos e indicadores del impacto social siguen siendo difíciles de asimilar por la mayoría de empresas sociales. Esto puede explicarse por motivos prácticos (p. ej., su alto coste), así como por su complejidad, lo que hace que sean métodos difíciles de aplicar. Algunas empresas sociales temen que la medición del impacto social se utilice como una herramienta de rendición de cuentas para los inversores, en lugar de constituir un instrumento real para demostrar un beneficio concreto y ayudar a las empresas a mejorar su rendimiento.

Aunque evaluar y medir el impacto social sea una tarea difícil, no por ello es imposible. Numerosas normas y principios están encaminados a armonizar tales prácticas, y siguen desarrollándose muchas métricas. Sin embargo, sigue siendo más importante que nunca favorecer una cultura de la evaluación y la medición del impacto social, asegurándose en todo momento de que se proporcionen los recursos financieros y las oportunidades de formación apropiadas.

Ministerios, bancos de desarrollo, fundaciones filántropas, bancos cooperativos y éticos, instituciones microfinancieras y de financiación colaborativa, incubadoras de empresas sociales y solidarias, gobiernos locales, ingenieros de las “nuevas finanzas”: todos estos actores clave debatirán sobre el establecimiento de alianzas financieras estratégicas, listas para transformar nuestras economías.

Juntos, profundizarán en la arquitectura del ecosistema de fondos y de actores que se requiere para responder a las necesidades identificadas y apoyar la ejecución y la integración de las nuevas generaciones de modelos financieros a todos los niveles de acción: de lo local a lo global, en función de los contextos nacionales, y a través del refuerzo inclusivo, social y solidario de las cadenas de valor y los sectores.