Madani Koumaré es presidente de la Red Nacional de Apoyo a la Promoción de la Economía Social Solidaria de Malí (RENAPESS-Mali), miembro de la Red Africana de Economía Social Solidaria (RAESS) y miembro de la Red Intercontinental de Promoción de la Economía Social Solidaria (RIPESS). 

Hola señor Madani, y gracias por aceptar este intercambio. Para empezar, ¿podría definir para nosotros, con sus propias palabras, la ESS, y decirnos por qué es importante esta definición? 

En primer lugar, creo que es importante tener una definición universal de la ESS para que cada actor, cada institución pueda hablar del mismo concepto. En este sentido, el proyecto de resolución en la ONU para un reconocimiento institucional de la ESS a nivel internacional sería un muy buen paso adelante. 

Por lo demás, volviendo a la definición de la ESS, creo que debería tener en cuenta todas las formas de ESS, así como sus especificidades locales y regionales. En efecto, la ESS debe vivirse en función de las realidades y especificidades de cada región: la economía real de África, por ejemplo, es diferente de la de otras regiones del mundo. La ESS, más allá de las definiciones y conceptos teóricos, es también y sobre todo un conjunto de prácticas, que se basan en los conocimientos y la experiencia de los actores de la ESS. Para mí, la ESS representa un dispositivo de producción de bienes y servicios por parte de actores (normalmente con capacidades bajas o al menos limitadas) en respuesta a las necesidades de otros, todo ello articulado en torno a realidades culturales. Son actores que se autoorganizan en respuesta a sus propias necesidades y a las de los demás. 

Otro punto central de los valores y principios de la ESS es que las personas se sitúan en el centro. Ellos son los que impulsan la actividad y deben estar en el centro de esta dinámica. La ESS también incluye los principios de la dignidad humana y está estrechamente asociada a los valores culturales (por ejemplo, la actividad debe estar en consonancia con su culto, cultura y entorno social). La actividad productiva a través de la ESS es una forma de salir de la dependencia, promueve la emancipación y el empoderamiento de los trabajadores y, por lo tanto, devuelve la dignidad a mujeres y hombres. Dado que la ESS satisface las necesidades de una existencia digna, puede decirse que la ESS no es una economía separada ni una economía barata. Por el contrario, es una economía real que satisface necesidades reales: los bienes y servicios producidos por los actores de la ESS no se destinan únicamente a un círculo cerrado, sino a todos los mercados. En este sentido, la ESS tiene todas las características de las empresas clásicas, que tienen problemas de rendimiento y rentabilidad para ser sostenibles. 

¿Cuáles son las oportunidades y los retos a los que se enfrenta la ESS para promover el trabajo decente? 

Cuando decimos que los valores de la ESS son universales, buscamos ante todo poner a las personas en el centro de la actividad. Transparencia, buen gobierno, solidaridad, emprender juntos: si conseguimos producir con todos estos valores, promoveremos unas buenas condiciones de trabajo, un buen salario y una seguridad social sostenible para todos.  

El principio de la ESS consiste en garantizar el disfrute y el acceso a la educación para todos, una alimentación sana, un trabajo que permita a las mujeres y a los hombres cuidarse, tener una vivienda adecuada, alimentarse correctamente, formarse, educar a sus hijos, tener una seguridad social sostenible y vivir en paz. Por lo tanto, la ESS representa la mejor estrategia para poder cumplir con todas estas condiciones de forma sostenible y contribuir a las condiciones del trabajo decente.  

Sin embargo, hay varios obstáculos. Una de ellas es la falta de comprensión global de la ESS, de ahí la necesidad de una definición universal. Actualmente se están llevando a cabo acciones para solucionar este problema. Sin embargo, en general hay una falta de información y formación sobre la ESS: la ampliación y promoción de la ESS a nivel mundial se ve obstaculizada por el bajo nivel de concienciación sobre la ESS entre todas las partes interesadas. También existe la debilidad del marco legal y regulatorio en torno a la ESS, a pesar de los esfuerzos por crear condiciones para la aparición de marcos legales propicios y políticas públicas adecuadas para la ESS. 

¿Qué papel deben desempeñar los Estados y los interlocutores sociales en el fomento de la ESS? 

Los Estados son los encargados de definir y aplicar las políticas públicas de promoción de la ESS, ya que tienen el papel regio de aprobar leyes y crear marcos. Sin embargo, también es necesario crear las condiciones para el disfrute y el ejercicio de la ESS desarrollando o implementando proyectos y programas públicos que promuevan y apoyen a los actores de la ESS a través del acceso a la formación, el acceso al mercado, el acceso a esquemas de financiación inclusivos. Puede tratarse, por ejemplo, de la aportación de capital para apoyar la creación de empresas, su desarrollo, su acceso a los mercados internacionales, etc. En este punto, no todos los países se encuentran en el mismo nivel de madurez con respecto a la aplicación de programas de promoción de la ESS. En el África francófona, muchos países están especialmente atentos a estas preocupaciones y ya existen marcos alentadores. 

En cuanto a los interlocutores sociales (que también están incluidos en los actores de la ESS), su papel es múltiple. Deben garantizar la adopción de estos marcos políticos y jurídicos, por ejemplo, estableciendo marcos de seguridad social sostenibles para empresarios y trabajadores, o creando herramientas y mecanismos de información, formación y acceso a la financiación. Además, los interlocutores sociales deben garantizar la aplicación de estos marcos políticos y jurídicos y abogar por la ESS. 

¿Cuáles serían sus recomendaciones para una mejor promoción de la ESS? 

Debería haber una reorientación de las formas de hacer cooperación internacional. En general, la cooperación internacional debe aportar soluciones basadas en las necesidades y preocupaciones de las personas y poblaciones. Es hora de dejar atrás los mecanismos de cooperación estereotipados (con soluciones ya pensadas) y ofrecer una respuesta realmente centrada en las necesidades de las poblaciones. Las necesidades deben provenir de los actores locales y éstos deben participar en el diseño y la ejecución de las acciones de cooperación internacional. Por ello, las autoridades locales deben participar en los debates y negociaciones. Estos agentes son actores clave en la construcción y puesta en marcha de la ESS, pero parecen haber sido olvidados en el proceso de consulta.  

Además, es necesario desempeñar un papel de lobby y defensa para que los planes de acción para la promoción de la ESS puedan encontrar financiación, para promover la apertura de ventanas de financiación inclusivas para la ESS (por ejemplo, en otras agencias de la ONU).